miércoles, 13 de junio de 2018

OBRAS CONCURSO LITERARIO



EDMARY KALENA GARCÍA MÁRQUEZ
C. I. 29.544.354
CUARTO AÑO  SECCIÓN: “B”

COPLERO
Dedicado a los 50 Años del
Liceo Bolivariano “Ángel Maria Duque”

En el amanecer de un día
en 1968
se fundó el La Grita
un Liceo Para todos


Fue alegría de muchas alegrías  alegría de todos
Se fundó en La Grita
Un Liceo para todos.
Reino la alegría
reino la paz
fue en el Kermaría
donde supo funcionar


Viva la literatura
viva este fiestón
llego Kalena García
con el coplero para la Institución
Caras negras
jóvenes vistosa
salían al Liceo
las catiras, las negras
y las buenas mozas.


Muchos Directores
han pasado
por esta Institución
y a todos los recordamos
con afecto y amor.






Se abre y se cierra
cual dulce canción
bellas profesoras
de esta Institución.

Mariposa blanca
con tu escubritar
un saludo a sus estudiantes
en esta oportunidad.


Llego la alegría
llego la emoción
fue en 1981
cuando estrenamos
nueva Institución.
En tu revolotear de brisa
provoca la risa
funcionaba Gladys Lupe
hermosa flor de Biología.


Todas las flores
cuando son tocadas
un saludo a la Profesora Chava
que siempre será recordada.
Todas las promociones
deslumbran de alegría
porque el Liceo de sus recuerdos
se viste de algarabía.


Celebramos las bodas de oro
celebramos con emoción
a un Liceo de Historia
le deseamos todo lo mejor.
Un saludo a todos los padrinos
que ha tenido mi Liceo
pero un abrazo a Millán González
por brillar en este coplero.


La Promoción 81 – 86
está emocionada
con estos 50 años
de historia que todos
lleven en el corazón.
Un saludo al amigo requena
amigo de promoción
que hermosa lucha hoy dejaste
por un autobús para esta Institución.


Este fue un hermoso regalo
que todas las promociones
han de sembrar, un bello cultivar
para la cumpleañera que 50 años vive ya.
Muchas generaciones
por este Liceo han pasado
de jóvenes inteligentes
que sus huellas han dejado.


Saludo a la Prof. Ana Margarita
con su Química brillo
con sus fórmulas y concejos
hasta a muchos asusto.
La cantina a sido sitio
de alegría y aperitivo
como disfrutaban los muchachos
comiendo ricas golosinas.


El comedor todos lo visitan
y se acercan con emoción
porque hoy en día la comida
cuesta tanto que los manjares
llegan al corazón.
La Grita está de fiesta
en La Grita brilla la emoción
con clarines y timbales
el Ángel Maria Duque
brilla con sus 50 años de tradición.


En la promoción 1981
quiero saludar
al popular Popeye
Reinaldo Márquez
Un tío muy singular.
La Grita ha tenido reinas
y a todas voy a saludar
porque más de una
han sido formada
en un liceo muy peculiar.


El liceo ha contado
con grandes personas
que han hecho de esté recinto
un liceo para la historia.
Viva la alegría
viva la emoción
un saludo a Alix Telma Ostos
con su bello acordeón.


Los Profesores del Ángel Maria
han educado a generaciones
un saludo a Oliva Márquez
con su química y ecuaciones.
El deporte ha brillado
con algarabío y emoción
un saludo a Juana Sánchez
un recuerdo de promoción.


Muchos ya en el cielo
Directores, Profesores y alumnos
una oración para todos
en fecha de recordatorio.
La Promoción 1987
Brillo con emoción
Fue Ramón Alí Roa Márquez
El más brillante de la promoción.


En esta fiesta no se
Puede dejar de mencionar
a las bellas chicas
de la banda, que lindas
saben bailar.
Los Docentes de cultura
luchan por brillar
en banda canto
y desfile, que alegría
estos 50 años
nos ha dejar.


La profesora Amarelis
Hermosa con su peinado
Al estilo niña bonita
En matemática  a todos
Nos ha ayudado.
Un recuerdo para La Grita
Deja Marlene Márquez
Egreso de las cunas del Ángel Maria
y se está con el Oratoria en todas partes.


El Ángel Maria tiene una profesora
hermosa de distinción
esa fue Elide Duque
con su química y formación.


La promoción de 1993
envía un saludo
a todos con atención
es Jorge Ivan Márquez
que dejo ilusión
amigo de todos
éxitos a mi liceo
gracias por su formación.
Yusbely Duque
envía sonrisa
a un recuerdo añorado
que bello fue ser educada
en un liceo enamorado.


Los azulejos les decían
a todos los estudiantes
nada que envidiaren
La Grita las faenas
 De todos los acompañantes
Katy Trosell Vivas
Envía a todos un abrazo
Que recuerdo más
Hermoso en sus aulas
Haber estudiado.


Un saludo al personal obrero
De tantas generaciones
Todos han hecho de este
Liceo un jardín muchas emociones
Los estudiantes de La Grita
están enamorados
todos celebran
los 50 años de Liceo
mas mencionado.


Un saludo para todos
Quiero hoy enviar
Soy Kalena García Márquez
De 4 año sección “B”
Entre vivencias y recuerdos
Este bello coplero redacté.
Gracias a todos los profesores
por haber trabajado
en especial a la Directora
Profesora Nancy Morett
por haber rescatado
el despertar y la sonrisa
de los jóvenes de La Grita
que allí todos hemos sido formados.


Con ayuda de jaureguinos
que aportaron sus recuerdos
son 50 años de historia
que alegría haber participado
en un Liceo para la historia
que Dios supo regalarnos.
 Gracias a todos
Gracias por la formación
Gracias a los profesores
De ustedes recibimos formación
Y virtudes.



Un aula para divertirnos
llegue a este Liceo
Ángel Maria Duque
en este nuevo aniversario
son 50 años de historia,
de oro bien vividos
en este maravilloso recinto
se disfruta con alegría.
Gracias al Santo Cristo de La Grita
por habernos permitido vivir esta
osadía con actos y desfile
programas de radio, fotos,
aplausos y algarabía.


Despide Kalenita
estudiante de cuarto año
que llego a esta fiestecita
que viva Ángel Maria Duque
que viva por 50 años más
y todos satisfechos
lo llevare en mis recuerdos
Gracias feliz día los Amo por siempre

Kalena García Márquez.






ENTRE SUS PAREDES (LEYENDA)



Los gritos se extendían por todo el pasillo, luego un golpe en seco, y todo lo demás fue silencio. Pasos acelerados hacían eco sobre las paredes. La puerta del fondo era azotada con violencia.
Uno, dos, tres golpes más.
El ambiente era tan macabro que la luz parecía no entrar por los grandes ventanales, todo era tan tenue y frío. La brisa era pesada y húmeda, empañaba el cristal y pequeñas gotas se deslizaban lentamente, mientras el llanto, ahora desgarrador, buscaba ocultarse tras aquella puerta que ahora estaba entreabierta.
Sus manos temblaban, mientras que, con mucha fuerza tapaba su rostro y reprimía los sollozos. Nuevamente las lágrimas perdían el sentido, permitiéndose ya, por si misma, contenerlas.
Minutos llenos de duda, ya sus piernas comenzaban a adormecerse tras pasar todo aquel tiempo en la misma posición, la tapa del inodoro comenzaba a resultarle incomoda y su seriedad y timidez volvían a ser su escudo, ante su vida, ante todo.
Comenzó a deslizar la perilla de aquella pequeña puerta metálica, y con la poca fuerza de voluntad que aún conservaba la empujó, respirando muy profundamente  dio dos pasos al frente, y subió su mirada, que permanecía caída, enfocando algún punto del suelo.
El espejo reflejó un rostro que desconocía, estaba agotada, sus labios hinchados y sus mejillas sonrojadas, al igual que su nariz le daban un aspecto tan destruido, que por un momento creyó haberse perdido en sus propios sombríos recuerdos.
Observó la esquina donde había sido víctima del dolor y la injusticia. La esquina donde hacía ya mucho tiempo había perdido el sentido de la vida.
Salió con un silencio sepulcral, y caminó lentamente, como si sus pasos le dolieran. Se veía tan serena, pero aun su corazón permanecía acelerado.
  Sus brazos aun adoloridos y marcados con moretones se ocultaban tras las mangas de su viejo suéter de lana, mientras que el resto de su ropa no era nada más que trapos sucios y desgastados.
Los pasillos estaban vacíos, dentro de cada aula decenas de jóvenes se dedicaban a estudiar, atentos a las indicaciones y entregando todo de sí para aprender; era el primer liceo público de la zona, bastante destacado por su estructura que fue diseñada años atrás con la finalidad de construir un seminario. Aun así, todo allí daba la impresión de ser imponente, su estructura, sus paredes, incluso sus pinturas, eran obras dignas de admirar.
Una campana, y el mar de estudiantes salían a toda prisa de sus clases, todos parecían estar tan envueltos en sus propios universos que no se percataban de su alrededor: empujándola, tirándola, excluyéndola, olvidando completamente su existencia. Y ella, totalmente fuera de sí.
El rumbo que tomaba era incierto, su madre había muerto hace más de 4 años, cuando ella apenas comenzaba a disfrutar su juventud, mientras que su padre, únicamente ahogaba sus penas en alcohol, fastidiado por la vida que le había tocado.
Sus pasos eran lentos e indispuestos. Sin fe y con una pizca muy pequeña de esperanza.
Su abuela, quien ahora la cuidaba era una mujer fuerte, criada a la antigua, pero con un corazón tan noble que irradiaba amor, y era, sin duda, la única razón de felicidad para ella.
El frío penetraba sus poros, y aún el miedo la invadía. Sus pensamientos volvían a los golpes, las burlas, las amenazas. El día que la humillaron por primera vez, el día que le arrancaron su virtud, incluso la mañana de hoy, cuando estaba lo suficientemente agotada como para permitirse todo aquello, pasó, y esta vez no resistió el impulso de llorar.
Sus ojos grisáceos se oscurecían con cada recuerdo, mientras que sus pasos eran cada vez más acelerados, el camino hacia el pequeño poblado donde vivía se le hacía cada vez más corto, y por fin, después de tanto tiempo, sonreía.
Pronto ocurriría el fin de ésta tortura.
  La pequeña casa donde vivía estaba vacía, desolada. La habitación estaba en completo silencio, todo estaba intacto, desde los suelos de friso hasta las paredes blancas, pero en el techo de machimbre, a un costado de la lámpara un cuerpo flotaba, sin vida, atado con una soga de yute desde el cuello. Su rostro estaba tranquilo, sus ojos cerrados, su nariz derramaba pequeñas gotas de sangre, que pararían en el suelo formando un pequeño charco, por otro lado, en sus labios aún permanecía aquella sonrisa.
  Los días fríos siguieron, pero con ellos, el recuerdo se fue desvaneciendo, hasta quedar en el olvido.
Una abuela triste lloraba en pena por un suicidio.
  Pero, aquel baño donde todo comenzó jamás volvió a ser abierto. Sabiéndose que algo permanecía allí.
  Los gritos se extendían por todo el pasillo, y los sollozos aún desgarradores seguían, pero ésta vez, una sombra los acompañaba.
  Con sus brazos golpeados y su rostro demacrado busca la paz que le habían arrebatado.
            Justo cuando el sol se está ocultando, la brisa se torna fría y los vidrios húmedos, es cuando sus pasos se escuchan, y con ellos, sus lamentos.






NOMBRES:YEISON ALEXANDER
APELLIDOS: SÁNCHEZ AVENDAÑO
AÑO Y SECCIÓN: 4TO“D”
C.I: 30.352.377
CARTA A MI AMD
Querido amigo:

Hoy vengo a dedicarte mi tiempo a ti, mi querido Ángel María Duque. Donde ya hace mi segunda casa y mi segunda familia, con los cuales convivo  momentos maravillosos llenos de enseñanzas y aprendizajes, las cuales me hacen a crecer como persona y aprender de tus  maestros,  los cuales me enseñan a ser humilde y respetuoso y valorar lo que me regalas.
Más que una casa de estudio, eres mi segunda casa, donde ya hice mi segunda familia, esta familia que quiero tanto; esos maestros que cada día me enseñan a levantarme y luchar a no quedarme estancado allí. Que por más oscuro que este el camino siempre habrá una luz, para salir adelante. Esos compañeros que yo los adopto como hermanos, puesto que ellos son los que me ayudan a triunfar, tú me enseñaste que estando
entre escombros con la ayuda de DIOS y de las personas que te quieren, te puedes levantar para ayudar a los que lo necesitan como tú los haces con todos tus estudiantes, docentes y personal obrero. Un amanecer rutinario donde la luz de la mañana ilumina tu belleza,
resplandeciendo tus pasillos donde guardo mis recuerdos, sueños y añoranzas. Gracias por todo Ángel María Duque, gracias por enseñarme tanto por guiarme, por ser esa luz  resplandeciente en mi camino; que hizo que mis estudios fueran los mejores y lo seguirán siendo, bueno sin más preámbulo te quiero desear un “Feliz Aniversario número 50”.

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